¿Son las redes sociales el soma del siglo XXI?      

Este trimestre nos mandaron como lectura obligatoria Un mundo feliz de Aldous Huxley, un libro distópico que trata sobre el adoctrinamiento de la sociedad llevado al extremo. La tarea final consistía en hacer este trabajo: primero tendríamos que leer el libro y ver unos archivos y enlaces, tras ello buscar más información sobre diferentes términos relacionados y, finalmente, hacer un vídeo en el que reflexionáramos sobre la adicción a las redes sociales, relacionándola con el libro y el soma, una droga que emplean los personajes de la novela.

Siendo sincera, yo no me suelo interesar por los libros que mandan en clase porque no me enganchan o no me interesan, pero Un mundo feliz, que tira más para lo intelectual y filosófico, me ha hecho reflexionar bastante y darme cuenta de lo inquietante que resultan las similitudes que se producen entre la idea que plantea el libro y el rumbo que llevamos actualmente como sociedad, con tanta dependencia de la tecnología y de la comodidad que esta nos aporta. En mi caso, soy bastante fan de las distopías futuristas y, más concretamente, del cyberpunk, que relaciona la tecnología con un empobrecimiento del nivel de vida (y muchas luces de neón), y siendo Blade Runner una de mis películas favoritas del género, quería hacer referencia a ella con un maquillaje algo parecido al de la replicante Pris. También quise hablar desde mi propia experiencia, por lo que creí que grabarme a mí misma tendría más sentido que hacer una simple presentación con imágenes.

Todos hicimos el vídeo a partir de las mismas pautas, pero me resulta bastante curioso e interesante como cada uno de nosotros decidió masticar dichas instrucciones, moldeándolas para dar un resultado tan distinto. El vídeo de Shyla se centra más en hablar sobre cómo las redes nos tienen atrapados y enganchados, de la adicción que se desarrolla por culpa de los algoritmos y de la relación que estos tienen con el soma. El vídeo de Amanda, por su parte, opta por reflexionar sobre si vale la pena comprar la felicidad teniendo como moneda la libertad y sobre cómo las redes sociales crean expectativas que de poco sirven en la vida real. Los dos vídeos coinciden en señalar la peligrosa sencillez de sumergirse en las redes sociales y, en general, en internet y de cómo, poco a poco, nos intentan adoctrinar a su gusto, de forma que nos convertimos en usuarios más fáciles de manejar, sumisos consumidores que se conforman mientras los mantengan distraídos y entretenidos.

Silvia Díaz Delgado, 1º BACH ARC

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