IN MEMORIAM AL ARQUITECTO VICENTE SAAVEDRA

Todos los que hemos tenido la inmensa suerte de habitar, bien como estudiantes, docentes o residentes, los espacios geométricos de La Laboral de La Laguna, hemos quedado en alguna medida en deuda con las mentes que, al inicio de la década de los 70, diseñaron este singular entorno educativo.

Aunque la mayoría no llegásemos a conocer en persona a su arquitecto, Vicente Saavedra, hemos transitado tantas veces los corredores que en un tiempo el abocetó, que nos resulta, sin duda, una persona cercana y en cierto sentido entrañable. Un miembro más de nuestra vasta comunidad educativa, un maestro del dibujo, de la matemática, de la química, de la perspectiva, un activo en nuestro constante proceso de enseñanza y de aprendizaje.
Desde el mismo instante en que nos adentramos en el Instituto, a nadie se le escapa la especial sensibilidad hacia el mundo de la creatividad, la educación, el arte o la belleza que emana del frío hormigón que envuelve todo. Esa sensibilidad que Vicente siempre tuvo hacia las artes y, en particular, hacia la escultura, quedó patente en su labor como precursor de la celebración de la I Exposición Internacional de Escultura en la Calle, que tuvo lugar en Santa Cruz de Tenerife a finales de 1973 y principios de 1974. Tres de los escultores participantes: José Abad, Josep Guinovart y Federico Assler, dotaron de importantes obras al edificio de La Laboral, y hoy conforman parte del escena río por el que transitamos diariamente.
No siempre una institución queda marcada en su esencia por las directrices que el creador de su sede ha transmitido a la estructura que la sostiene. La Laboral de La Laguna no hubiera tenido la relevancia educativa, cultural y artística vestida con otro traje que no fuera el “betónbrut”, marca de Vicente Saavedra y Javier Diaz-Llanos, trazadores de un edificio que envejece acogiendo a unos inquilinos que se conservan siempre jóvenes.

“Be water”. Tal era la propuesta que nos hacía Bruce Lee en una legendaria entrevista, concedida justo el mismo año en que Vicente Saavedra de lineaba los trazos magistrales de este templo escolar. Y lo cierto es que, atendiendo a la singular metáfora del maestro oriental, nos intriga conocer si es el agua la que se adapta a la tetera, o es acaso el continente el que modela la forma de su contenido. Apoyados en una columna desnuda del claustro central nos rocía, como una suave bruma lagunera, el agua que brota de la escultura de Pepe Abad y reverbera contra el arquitrabe. Mientras, escuchamos el murmullo alegre y desordenado del alumna do, que traspasa los dinteles de las aulas y disfruta del recreo entre risas y anhelos, conformando un paisaje vivo en un complejo de edificios que aún respiran. Gracias Vicente.
Extracto del Catálogo de la Exposición en torno a Agustín Espinosa escrito por Celestino Celso Hernández, Comisario de la Muestra:
“El edificio, más bien complejo de edificios, de la Universidad Laboral, es una obra realizada, entre los años 1970 y 1977, por los arquitectos Vicente Saavedra (Santa Cruz de Tenerife, 1937) y Javier Díaz-Llanos La Roche (La Laguna, 1935). Desde el momento en que se terminó su construcción, La Laboral se convirtió en una obra arquitectónica de referencia, de la arquitectura en Canarias.
En concreto, como uno de los mejores ejemplos de la denominada arquitectura del ‘Brutalismo’. Esta es una modalidad de arquitectura, que surge al mediar el siglo XX, como ‘Brutalism’, denominación en inglés, que se debe al crítico de arquitectura Reyner Banham, cuyo término es de origen francés, “betón brut”, de significado “hormigón crudo”, como le gustaba denominar, al gran arquitecto Le Corbusier, a su material favorito, el hormigón, material de principal uso en grandes edificios, tras la II Guerra Mundial. El arquitecto y también analista de la arquitectura, que se hace en nuestras islas, Federico García Barba, en su artículo ‘Nueva arquitectura canaria’, hace mención a la obra realizada por el binomio de arquitectos Díaz-Llanos & Saavedra: “Más recientemente, a principios de la década de los setenta, la presencia de un brutalismo típicamente anglosajón es claramente perceptible. Edificios como la Universidad Laboral de La Laguna, de Saavedra y Díaz-Llanos, no pueden negar la referencia concreta a ciertas obras de Dennis Lasdum.”