Los alumnos del Bachillerato de Artes Plásticas de La Laboral lo han tenido difícil para trabajar desde casa
Durante el confinamiento causado por la COVID-19, los alumnos de La Laboral tuvieron problemas para realizar sus trabajos artísticos a causa de la escasez de material y a las dificultades para comprarlo.

Ainhoa Cruz (1-CTB), IES La Laboral
Desde el comienzo de la cuarentena, muchos alumnos de esta modalidad de Bachillerato se vieron afectados por problemas, tanto de conectividad como de escasez de sus propios materiales artísticos, para llevar a cabo los trabajos, como dibujos con acuarelas o acrílicos, que les demandaba el profesorado en el desarrollo de sus materias.
Acostumbrados a poder contar con los talleres y sus materiales para la docencia en el instituto, en un principio pareció pillar desprevenido a todos el hecho de que no todos tienen estos utensilios en sus hogares, y de que incluso a los que sí los tienen, se les agotan al cabo del tiempo. Debido a la cuarentena y al cierre de los comercios, fue imposible para muchos durante varias semanas reponer estos materiales, por lo que los jóvenes se vieron obligados a solicitar al profesorado una alternativa diferente para hacer sus proyectos de clase.
Las primeras soluciones no tardaron en llegar, como dar tareas a libre técnica o incluso permitir que se hicieran trabajos de forma digital. Esta modalidad no malgasta materiales, cosa que abrió la puerta a aquellas personas que tenían acceso a esa técnica. Lo malo es que incluso llegaron a acabarse los materiales más esenciales para el dibujo, como el lápiz, la goma o incluso el papel, que ocasionó que tuvieran que utilizar láminas ya dibujadas por la cara inversa para poder seguir trabajando.
Asimismo, no pocos alumnos y alumnas han comentado que no solo es una situación complicada por los materiales de dibujo tradicional, sino por los espacios y su influencia en la inspiración artística. Algunos artistas trabajan bien en su estudio, otros necesitan salir y ver mundo para que les lleguen miles de ideas y obras a la cabeza. Así es que podríamos decir que esta cuarentena influye en la creatividad y el estado de ánimo de cada estudiante de Arte, lo que provoca que algunos no se sientan conformes con sus trabajos y entren en un bloqueo artístico.
Por otra parte, a los alumnos que no disponen de Internet o escáner les ha sido imposible mandar sus trabajos o enviarlos con una calidad decente. Cada cámara de teléfono es distinta a otra: algunas tienen más calidad, otras peor, incluso dependiendo del tipo de luz que haya en la casa, los colores pueden no llegar a apreciarse bien. Por ello, no disponer de escáner para este grupo de personas ha ocasionado que manden trabajos en peor calidad y se preocupen por ello. En cuanto a los que no disponen de Internet, ni siquiera han podido mandar los trabajos correspondientes.
Todo ello ha supuesto realmente un problema al que se dieron algunas soluciones, pero no las suficientes. Esto nos hace reflexionar sobre cómo mejorar para el futuro. Se hace necesario intentar dar materiales a estos alumnos, dar alternativas ante la escasez de algún material específico y intentar que este no sea un trabajo manual complicado y que requiera de muchos elementos para su construcción y elaboración, o incluso dar accesibilidad a libre técnica, como vimos anteriormente. Juntos, podremos solucionar todos los problemas y, además, salir reforzados de cara al futuro.